La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y su daño, en pacientes con grandes superficies como quemaduras, involucra un compromiso y riesgo importante para el paciente. Con eso en mente, el equipo de Cirugía Plástica de Clínica RedSalud Iquique, liderado por el Dr. Marcelo Fonseca, especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, desarrollaron la idea de usar la piel de pacientes sometidos a abdominoplastias en el tratamiento de pacientes quemados.
En coordinación con la Unidad de Procuramiento y Trasplante de Órganos y Tejidos del Hospital Dr. Ernesto Torres Galdames de Iquique y el Ministerio de Salud, el equipo desarrolló un protocolo para que pacientes candidatos a abdominoplastias que aceptaran participar en el programa, donen su piel (que antes iba a desecho e incineración) para su posterior uso clínico.
Tras una serie de procesos que incluyen exámenes al donante, separación del tejido graso, traslado en cadena de frío al Centro Nacional de Tejidos de Santiago e irradiación en el Centro de Energía Nuclear, el 24 de agosto recién pasado, en Clínica RedSalud Iquique se hizo el primer procuramiento de piel en donante vivo, en una paciente sometida a una abdominoplastía por motivos estéticos.
El Dr. Claudio Pinto, Director Médico de Clínica RedSalud Iquique explica que “este es un hito en la historia de la salud chilena, porque no sólo representa la obtención de piel y los beneficios para los pacientes quemados y con heridas complejas, sino que simboliza un avance en nuestra cultura de donación”.
La donación del colgajo cutáneo graso de un donante vivo “permitirá tener un escalón inicial de lo que hemos llamado la escalera de la donación, en el cual el paciente dona algo que le sobra en un ambiente de alegría, con beneficios sociales y personales del altruismo y solidaridad de este acto. Se transforman en verdaderos ‘embajadores’ de este proceso en la sociedad”, puntualiza el Dr. Claudio Pinto.
El Dr. Fonseca sostiene que “el que esta experiencia se haya iniciado en pacientes del ámbito privado, pero que los beneficiarios sean pacientes principalmente del sistema público de salud, permite además derribar un mito acerca de que los más privilegiados pueden acceder a este tipo de tratamientos”, concluye.
Triple impacto
La procura del colgajo cutáneo adiposo tiene también beneficios desde el punto de vista económico. Por una parte, en la generación de un sub producto y, además, en la reutilización de desechos, cambiando el destino actual de la eliminación (habitualmente a través de la incineración) a la agregación de valor de los mismos, con prometedoras aplicaciones en diversas áreas.